25 céntimos del año 1937, esa fue la primera moneda acuñada por el bando franquista en plena guerra. La acuñación de moneda se convierte en algo esencial para cualquier estado y si el bando franquista quería dar publicidad y legitimidad a la sublevación de Julio de 1936 no había nada mejor que la acuñación de moneda.
Para asegurarse su aceptación las autoridades franquistas continuaron con las mismas características de las monedas de 25 céntimos anteriores, la republicana de 1934 y las alfonsinas de 1925 y 1927.
Con una tirada de 42 millones de piezas y un peso de 7 gramos de níquel , se convirtió en unas de las monedas más populares del estado español y debido a sus similares características con las piezas anteriores supuso un auténtico éxito.
Estas piezas llamadas "reales" de manera común, fueron acuñadas en Viena, debido a la carencia de medios que existía en plena guerra, y porque la fabrica de la moneda estaba controlada por los republicanos en Madrid.
La única posibilidad de acuñar moneda por el bando nacional era con una deficiente maquinaría que pudiera existir en Burgos, pero eso no está claramente probado.
En el anverso en la parte derecha aparece el yugo y las fechas sobre un fondo con un Sol naciente. En la parte superior la leyenda ESPAÑA y debajo UNA·GRANDE·LIBRE, y en la parte inferior 1937 y II AÑO TRIUNFAL.
En el reverso en la parte derecha figura una rama de laurel, en la parte izquierda el escudo de España y la cifra 25 y la abreviatura Cts. A los lados aparecen las iniciales ST entrelazadas y a la derecha V.V.firmadas por sus autores: ST (Sánchez Toda, autor del proyecto) y VV (Victor Villanueva, ingeniero encargado de la acuñación). El Decreto de emisión es de 5 de Abril de 1938, aunque la moneda lleve fecha de un año anterior.
Esta moneda supuso una continuidad con las monedas anteriores, se refleja en el sencillo escudo de España, similar al de las monedas republicanas, como la de la fotografía anterior, incluyendo una sencilla corona encima, el bando franquista se limitó a utilizar el yugo y las flechas falangistas como medio de propraganda.
Por tanto convivieron 4 monedas de períodos políticos completamente distintos durante 3 años, hasta que la nueva ley de 1940 retiró las viejas monedas de la circulación.
Esta moneda perduró durante 14 años, cuando en 1951, la subida del níquel obligó a la desmonetización, ya que el valor del metal superaba ya los 25 céntimos de su valor nóminal.
Esta moneda perduró durante 14 años, cuando en 1951, la subida del níquel obligó a la desmonetización, ya que el valor del metal superaba ya los 25 céntimos de su valor nóminal.
Esta moneda es muy asequible, por poco más de 3 euros se pueden adquirir en calidad sin circular.
En cambio existe una serie de piezas prueba en calidad PROOF, monedas de presentación, algunas de ellas aparecieron en manos de colecciones austriacas.
Las dos monedas de la fotografías de abajo se subastaron en Cayón el 11 de diciembre de 2008, adjudicándose por 800 euros y el 26 de febrero de 2010 por 410 euros.
La moneda de 10 céntimos de 1938 pertenece al lote 2440 de la subasta de cayón del 13 de diciembre de 2007.
La moneda de 10 céntimos de 1938 pertenece al lote 2440 de la subasta de cayón del 13 de diciembre de 2007.
bibliografía:
Aledón, J.M, "La Peseta, catálogo básico".
Aledón, J.M, "Historia de la peseta"
"www.imperio-numismático.com"
Hnos. Guerra, "Catálogo de las monedas españolas desde Isabel II a Juan Carlos I 1833-1993".
Clemente y Cayón, "las monedas españolas de la edad contemporánea desde Carlos IV a Juan Carlos I"