lunes, 13 de agosto de 2012

El Chollo Involuntario



EL
CHOLLO 
INVOLUNTARIO


     Hace unos días, Mauricio, escribía en el foro de imperio numismático que tenía una moneda,  no sabía si limpiarla, la había comprado por poco dinero y quería saber su precio real.

     La moneda en cuestión que vemos en la imágenes de arriba, se trataba de una peseta del año 1947 estrella 54.  A simple vista parecía que estaba sin circular y  daba la impresión, que Mauricio  no le daba mucha importancia a lo que tenía.

     Cuando vi  las fotografías, lo primero que pensé es que estaba limpiada o que eran unas malas fotografías. Pero nada más lejos de la realidad.  Mauricio  puso buenas fotografías y la moneda resultaba tener unos relieves impecables, con  brillo original como pocas. Las únicas imperfecciones que se le veían, si así se las puede llamar,  era una ligera pátina oscura que le estaba saliendo en la orla de puntos del anverso, y una ligera piel de naranja del metal en una parte pequeña de la moneda.

     En resumen, que era raro ver una peseta de estas características en cualquier numismática o casa de subastas.

    Me puse en contacto con Mauricio y muy amablemente me contó su historia , por lo peculiar que es, bien vale una entrada.

He aquí la historia de Mauricio:

     Mauricio es un modesto coleccionista mexicano de la ciudad de Monterrey, colecciona moneda extranjera y presta especial atención a las monedas de Estados Unidos y en menor medida a extranjeras.



     
     Fue a pasar el día con su familia a un centro comercial, y se encontró con una grata sorpresa, al encontrar  un vendedor  con un puestecillo provisional, que vendía entre otras cosas, monedas y   pequeños libros de numismática.

     A Mauricio como le apasionan las monedas de USA, fue enseguida al lugar del puesto, donde el vendedor tenía ubicadas las monedas extranjeras. Estaban diferenciadas en: monedas nuevas que parecían sin circular y en monedas circuladas. Mauricio fue al montón de monedas nuevas, que estaban metidas en una especie de cenicero, unas encima de otras.


     Eligió, unas cuantas monedas de 10 y 25 centavos,  canadienses de plata, y para rellenar escogió otras extranjeras, entre ellas una peseta 1975 estrella 78 y otra peseta año 1947 estrella 54, ambas sin circular.
Cada moneda le costó a Mauricio 5 pesos, al cambio medio dólar estadounidense.


     Cuando le preguntó al vendedor cuanto le debía, este le contó rápidamente las monedas que tenía en la mano, y le dijo el total, sin darle mucha importancia a una compra tan pequeña.

     A Mauricio, le pareció muy extraño que aquel vendedor le vendiera esas monedas por tan poco dinero. Se refería en particular por las monedas de medio dólar canadiense, que sabían que eran de plata, y solo su peso en plata superaba su precio.

     Mauricio llegó a casa, y catalogó sus nuevas adquisiciones sin saber muy bien el precio de sus nuevas monedas y de si requerían una limpieza. Y como buen coleccionista, cuidadosamente procedió a guardarlas en sus cartoncillos correspondientes.

     Ya sea por desconocimiento o error, aquel vendedor le vendió a Mauricio una peseta que puede superar perfectamente los 120 euros, por algo menos de 50 céntimos. A Mauricio le dio la impresión que aquel vendedor no entendía mucho de monedas. La verdad es que esa es una actitud muy peligrosa en la que no debemos caer, el creer que sabemos más que el que nos está vendiendo.

     Pero en este caso Mauricio tenía razón, además le gustaban las monedas que quería comprar y tenían un precio más que razonable, no le movía el ánimo de lucro en la compra sino el completar su colección. Por esta razón no podemos meter a nuestro protagonista en el saco de "los cholleros" ya que nunca le pareció comprar un chollo. 
     
     En este caso Mauricio tuvo mucha suerte, ya que desconocía el valor de esta moneda, simplemente le pareció bonita, con buenos relieves y con brillo original.

    La historia de Mauricio lleva a pensar, que los mercadillos lejos de ser lugares caros y pocos recomendables, pueden llegar a ser muy interesantes. Aunque  no siempre te puedas encontrar  una sorpresa como la que describo, si en cambio,  ciertas piezas singulares y algunas oportunidades que solamente el ojo humano puede ver teniendo la moneda en la mano. Además lo que es más común, es que disfrutes de una agradable conversación.




     Es verdad que si vamos con la intención de conseguir un chollo lo más probable es que no lo encontremos, en este caso la intención de Mauricio no era esa, el chollo más bien vino a él, por lo que estaríamos hablando de un chollo involuntario y no de un chollero.

     Otro punto que cabe destacar, fue la actitud prudente que tuvo el protagonista de la historia. Compró una serie de monedas que creía que no valían gran cosa, pero se intentó asesorar lo mejor posible. Consultó catálogos y no dudó en pedir opinión en los foros numismáticos, sobre si tenía que limpiar o no la moneda y sobre su valor real.

     La actitud de Mauricio fue ejemplar, la última pregunta que le hice me convenció de  que era  un coleccionista prudente y nada codicioso: ¿si te  hubiesen  hecho un desconocido una buena oferta por la moneda, que hubieses hecho? A lo que me respondió que le hubiese resultado muy sospechoso y habría seguido buscando información, pero que por el momento no había ocurrido.

     Mauricio gracias por contarnos tu historia, y un cordial saludo.

Las imágenes han sido sacadas del foro imperio numismático y del propio Mauricio, en ellas se muestra la ciudad de Monterrey y dos de las monedas compradas por Mauricio.

Ya que he utilizado el calificativo de "chollero",  recomiendo que se lea la entrada del blog de Adolfo que habla sobre el tema y es muy apropiada para completar esta entrada.


Precios Orientativos:

     La fotografía corresponde al lote 1022 de la subasta de Soler y LLach del 25 de Octubre de 2011 y se adjudicó en 110 euros.