Las Carteras del Estado Español.
De sobra es sabido, que las acuñaciones del estado español dejaron mucho que desear. Si es cierto, que sus diseños y tipos, supusieron un gran reto y acierto en muchas ocasiones. Pero las dificultades por las que atravesaba el país, hicieron que los medios y recursos no fueran los adecuados.
Las acuñaciones en relieve mateado, fueron sin duda unas de las mejores acuñaciones del período franquista. Se trataban de una serie de pruebas numismáticas realizadas para coleccionistas, y fueron realizadas con sumo cuidado.
Como lo indica las propias carteras que contienen dichas pruebas: "Los cospeles, a partir de los cuales se han acuñado las monedas, proceden de una cuidadosa selección y han sufrido un proceso de limpieza y abrillantado especial".
Su finalidad por tanto, fue el mundo del coleccionismo, aunque pudiesen circular en el mercado, y muy pocas lo hicieron, de ahí su nombre, "pruebas".
Dichas acuñaciones son las siguientes:
-carteras: de los años: 1972-1973-1974-1975 compuestas por los siguientes valores:
-10 céntimos (1959), de Aluminio en un 96,5% y manganeso en un 3,5%
-50 céntimos (1966 y la estrella correspondiente a su año). de la misma aleación que los 10 céntimos.
-1 peseta (1966 y la estrella correspondiente a su año). cobre 92% , aluminio 6% y níquel en un 2%.
-5, 25 y 50 pesetas (1957 y la estrella correspondiente a su año) las tres de la misma aleación: cobre 92% y aluminio en un 25%.
En algunos de los casos se trataron de monedas que sólo se encontraron de manera exclusiva en las propias carteras, por lo que su tirada es muy reducida y sólo se puede encontrar en prueba.
Estas fueron:
-50 céntimos 1966*74 con 23000 unidades.
-50 céntimos 1966*75 con 75000 unidades.
-50 pesetas 1957*72 con 30000 unidades.
-25 pesetas 1957*73 con 25000 unidades.
-50 pesetas 1957*73 con 25000 unidades.
-50 pesetas 1957*74 con 23000 unidades.
-50 pesetas 1957*74 con 23000 unidades.
-50 pesetas 1957*75 con 75000 unidades.
El resto de los valores, también aparecen de manera corriente, en el circulante de la época, por lo que podemos encontrarlos en sin circular y en acuñación de relieve mateado. Y la verdad es que por unos pocos euros más en mi opinión vale la pena conseguir una ARM, además de tener acuñación bastante mejor, sabemos que las monedas de esas características tienen una tirada escasa.
Todas estas acuñaciones se realizaron en calidad de "acuñación de relieve mateado" y no proof como las suelen clasificar.
El producto proof, se acuño a raíz de las series de monedas conmemorativas de los años noventa, y se caracteriza por su fondo espejo, y en el caso de estas carteras es mate.
Ahora bien, en muchas ocasiones vemos que muchas de estas monedas se venden con un fondo espejo y con un brillo típico de una proof, y muchos coleccionistas desechan las piezas que tienen el fondo mate, simplemente por ser menos vistosas.
Este fondo espejo es el resultado de una manipulación por parte del coleccionista o vendedor. Estas acuñaciones se caracterizan por tener una ligera capa de grasilla que protege a la moneda, con el paso del tiempo esa capa tiende a desaparecer, y en muchas ocasiones, si se sacan de la cartera las motas de polvo pueden llegarse a pegar, lo que hace que la moneda adquiera un feo aspecto.
Otro inconveniente se produce cuando se intentan sacar las monedas de la cartera, al poner en contacto los dedos con la moneda, se dejan unas feas marcas de las huellas dactilares. En fin, que hay que sopesar si se quiere conservar su estado original o bien dejarlas con un brillo que las hace estar muy vistosas. Yo prefiero lo primero y siempre que vendo alguna así, lo advierto. Aunque la experiencia me ha demostrado que se venden mejor la moneda con brillo.
Esta es una práctica que suelen utilizar algunos vendedores malintencionadamente, para vender más rápidamente sus piezas, engañando de esta manera a los vendedores más noveles.
LA OXIDACIÓN.
Otro inconveniente que muestran estas monedas es la oxidación, en especial en las monedas de aluminio de 10 y 50 céntimos, Adolfo en su blog, hace referencia a este problema, como bien apunta, hay que mirar el canto de los aluminios de estas carteras, para saber si tienen realmente oxidaciones, ya que a simple vista puede que no se aprecien en las caras de la moneda.
Parece ser que el cartón con que la FNMT fabricó dichas carteras, afecta de manera negativa a un metal como el aluminio, de ahí que en el año 1975 se cambiase la composición del cartón, como podemos ver en la fotografía, el cartón es diferente en ese año.
Hay quién apunta que los plásticos de dicha cartera al contener pvc, también afectan de manera negativa a las monedas, y en particular a los aluminios.
En los foros numismáticos, muchos coleccionistas hablan de como limpiar las oxidaciones de una moneda, aunque en unas monedas de aluminio como estas, la solución no existe.
Siempre que tengamos dicha cartera, lo más recomendable es sacar, la moneda de 10 y 50 céntimos de la cartera e introducirla en una cápsula o cartoncillo de una marca conocida, leuchtturm o beumer por ejemplo.
Como curiosidad os he de decir que esta moneda del año 1966 estrella 74, que puede alcanzar los 35 euros perfectamente, la tuve que vender por 2 euros.
Aún así, se siguen viendo de manera habitual las carteras con todos sus valores dentro, y sin tener acceso al canto, es muy difícil saber si tienen oxidaciones o no.
Incluso las casas de subasta en muchas ocasiones no dicen nada al respecto y puedes encontrarte con desagradables sorpresas.
ANÁLISIS:
Al igual que en el resto de las monedas del estado español, no debemos comprar una cartera de estas a la ligera, pensando que su acabado y acuñación son excelentes. Por regla general es así, pero esto a veces no sucede.
Por lo tanto debemos de ver unos relieves con nitidez, si están dentro de la cartera, tenemos que ver que no tienen huellas dactilares.
Miraremos las estrellas de la ceca con detenimiento, para descartar que haya sido troquelada, fijándonos que no esté como aplastada o que tenga doble relieve, sobre todo en aquellas monedas que han sido limpiadas y tienen brillo espejo, ya que en las mate se notaría que la estrella ha sido manipulada.
Que conserven un plus y ultra nítido, sobre todo en las piezas de níquel, y que no tengan arañazos o golpes.
Y pensareis, que es muy difícil que una moneda de estas tengan arañazos, pues vemos una en la foto de abajo, y se trata de una cartera que compré en una famosa subasta, y que además tenía la moneda de 50 céntimos con oxidaciones, la casa de subastas no mencionó nada al respecto.
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Es muy importante que al comprar una moneda de este tipo, podamos analizar su fotografía con detalle, y no fiarnos de alguien que nos diga que "están muy bien como todas las de las carteras".
PRECIOS ORIENTATIVOS.
Los precios de estas monedas varían considerablemente si se compran individualmente o en cartera o incluso varias carteras juntas. Está claro que de manera individual se pueden observar mejor todas las monedas y elegir la que se quiera, eso si, saldrá más caro.
Personalmente, yo prefiero comprarlas individualmente, es lo más sensato, pero sinceramente, nunca lo he hecho, al salir más económico el comprarlas por lotes, hace que tengas ese aliciente; con buenos y malos resultados como os he explicado anteriormente.
Tomando como referencias las subastas de Soler y Llach del 3 de Julio de 2012.
- 25 pesetas 1957*73: 60 euros (lote 815).
- 50 pesetas 1957*75: 10 euros (lote 4284).
- cartera 1957*72: 35 euros (lote 4330).
Subasta de Cayón 16-18 de Mayo de 2012:
- 50 pesetas 1957*72: 30 euros (lote 3096).
- 50 pesetas 1957*73: 35 euros (lote 3097).
- 50 pesetas 1957*74: 35 euros (lote 3098).
- 50 céntimos 1966 *72 *74 *75 : 25 euros (lote 3055).
*imágenes tomadas de la subasta de Cayón 16-18 de Mayo de 2012, (lote 3096, 3097 , 3098 y 3055).
Hola a tod@s, me gustaría hacer un pequeño aporte sobre el tema de las monedas ARM, más concretamente sobre la capa de lubricante a la que hace referencia Roberto, como bien ha dicho, la fina capa de lubricante tiende a desaparecer con el paso del tiempo, esto es debido a la degradación del lubricante a causa de factores como la oxidación, la hidrólisis, la temperatura y la más común dado que se produce de forma natural e inevitable, que es la evaporación de compuestos volátiles, dichos compuestos forman parte de la composición química del lubricante, son compuestos que pasan a estado gaseoso a temperaturas relativamente bajas (temperatura ambiente por lo general) al desparecer estos compuestos, nos queda un residuo seco, dicho residuo es lo que poco a poco se va fijando a la superficie de la moneda siendo cada vez más difícil de eliminar, este proceso no siempre se produce de forma homogénea, dando lugar a un aspecto de la superficie de la moneda ¨poco atractivo¨. En el caso de las monedas de cobre, éstas reaccionan con facilidad con el residuo del lubricante dando lugar a manchas muy antiestéticas, estas manchas no son pátina, dado que no es una reacción de oxidación únicamente, en su mayor parte son el resultado de la reacción del cobre con los compuestos derivados de la degradación del lubricante.
ResponderEliminarSaludos
lo que apunta Ricardo es interesante, como he dicho muchos comerciantes le quitan la grasilla para venderlas mejor, para gusto los colores, hay algunas que pierden poco a poco la grasa del fondo, quedando sólo las del escudo y busto consiguiendo un bonito aspecto.
ResponderEliminary otras como dice Ricardo, ya sea por los procesos químicos que él apunta, o porque se le peque cierta suciedad, quedan muy feas, en el caso del cobre, es imposible eliminarla.
buenas, las monedas de 5, 25 y 50 pesetas eran de cuproniquel y no de cuproaluminio.
ResponderEliminargracias, miro la composición exacta y lo corrijo.
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